Los productos combinados llevan mucho tiempo existiendo en el mercado bancario pero, a raíz de la nueva ley de hipotecas que ha entrado en vigor el pasado mes de junio, han variado sus condiciones. Se trata de productos financieros «paquetizados» que ofrece el banco cuando contratas una hipoteca, como pueden ser los seguros de hogar y de vida.
Cómo influyen los productos combinados en las hipotecas
La continua bajada de los tipos de interés en las nuevas hipotecas ha provocado que los bancos busquen formas más rentables de financiación y estas son a través de seguros vinculados a la gestión de la hipoteca. Aunque la ley no obliga a contratar estos seguros (excepto el de incendios que sí es obligatorio), las entidades supeditan la firma del préstamo a la contratación de los mismos, al menos, durante el primer año.
Después de este tiempo, al propio cliente le interesa seguir con ellos porque bonifican el crédito y pagan un tipo de interés más bajo, aunque en el mercado pueden encontrar dichos seguros por la mitad de precio y con otros aspectos más ventajosos.
La nueva ley hipotecaria obliga ahora al banco a dar más detalles de todos estos productos, además de la obligación de presentar al cliente otras ofertas para que sea él quien elija con cuál se queda. De esta manera, se elimina esa «obligación» de contratar diferentes seguros para poder acceder al préstamo hipotecario.
Cómo elegir los productos más ventajosos
Como decimos, al banco le interesa que contrates seguros con ellos, por lo que te «animarán» a hacerlo ofreciéndote un tipo de interés mucho más ventajoso en tu hipoteca, a cambio. Es tu tarea ponerte a hacer números, es decir, calcular cuánto pagarías anualmente por un interés más alto (sin productos combinados del banco) y cuanto sería con un interés reducido pero sumando esos seguros bancarios, que son mucho más caros que otros.
Es interesante también que mires las coberturas. Aunque no sean obligatorios, el seguro de hogar y el de vida pueden ser bastante útiles y siempre es aconsejable tenerlos en caso de tener que pagar una hipoteca. Quizás los del banco sean más completos que otros y te interese abonar un poco más para estar más tranquilo. Tómate tu tiempo para valorar este aspecto.
Algunas entidades te exigen tener contratados estos productos un tiempo para aplicarte el tipo impositivo reducido, pero a otras les basta con que los tengas en el momento de la revisión del préstamo (que suele ser cada seis meses o un año). Es mejor tener bien clara esta información para que luego no te lleves sorpresas.
En cualquier caso, hay dos aspectos en torno a los seguros que no deberías aceptar nunca. Por una parte, contratar seguros plurianuales, que consiste en el paso de una única prima que se paga de una vez o anualmente de forma renovable. La ley no permite que dure más de 10 años, pero firmas un contrato que te obliga a permanecer con ellos mucho tiempo, siendo imposible cambiarte a otros más acorde con tus necesidades, por lo que es más conveniente contratar seguros anuales.
Tampoco es buena idea aceptar seguros con prima única durante toda la vida del préstamo, por las mismas razones que acabamos de mencionar.
En conclusión, los productos combinados no son una novedad, pero sí su forma de gestionarlos por parte del banco, quien ya no podrá obligar a los clientes a contratarlos a cambio de concederles una hipoteca. Debe ser este quien evalúe los pros y los contras de firmar seguros con la entidad bancaria que, aunque suelen ser más caros, pueden hacerles bajar el tipo impositivo y ahorrar dinero.