Un buen seguro de vida para la hipoteca debe tener un precio justo y las coberturas adecuadas. Además, es muy importante que sea renovable y permita ajustar el capital contratado.
Cuando empezamos la búsqueda de una hipoteca, llega el temido momento de negociar con el banco. Además de papeles y cifras, es muy posible que tengas que enfrentarte a un paso más: elegir un seguro de vida. Estas pólizas son requisitos frecuentes para conseguir un préstamo, ya que permiten al banco saber que pagarás la deuda incluso aunque fallezcas.
Muchas veces, es el propio banco el que te ofrece una póliza. Es fácil pensar que es más cómodo contratarlo con ellos: les dices que sí y así no retrasas más la firma de la hipoteca. Total, es solo un requisito más y quizá no lo necesites nunca, ¿verdad? ¡Cuidado! Por desgracia, el seguro de vida ayuda a más personas de las que podrías pensar. ¿Sabías que 3 de cada 10 personas con una de estas pólizas muere menos de 5 años después de contratarla? ¿Y que cada año 8400 familias en España sufren una muerte o enfermedad que les complica pagar la hipoteca?
Si el banco te exige uno de estos productos, no aceptes el primero que te ofrezcan. Un buen seguro de vida debe cumplir ciertos requisitos para ser verdaderamente útil. De lo contrario, será solo un producto caro que el banco te obliga a contratar para sacarte más dinero.
Un precio justo
¿Sabes cuánto cuesta un seguro de vida para la hipoteca? Si echas un vistazo a nuestro comparador, verás que no son nada caros. Por ejemplo, una persona de 40 años puede contratar 100.000 euros de indemnización a partir de 76 euros al año. Y otra de 35 años pagaría 36 euros anuales por 70.000 euros.
No obstante, no se encuentran estos precios en todas partes. Un estudio independiente demostró que las pólizas de los bancos son hasta un 80 % más caras que en una empresa especializada. En lugar de costarte 36 euros al año, podrían inflarte el precio hasta los 65 euros. Un buen seguro de vida no tiene que ser caro para ser útil.
Coberturas adecuadas para ti
Cada persona es única. Alguien que coja el coche con frecuencia se beneficiaría mucho de contratar el triple capital por accidente de circulación. Y otra persona con antecedentes de alguna enfermedad grave necesitará la cobertura de estas enfermedades. No vale cualquier póliza, sino que lo ideal es estudiar varias opciones y personalizarla para nosotros.
Permitir ajustar el capital
Un requisito imprescindible en un buen seguro de vida para la hipoteca. El objetivo de estos productos es pagar la deuda al banco si fallece el titular del préstamo. Pero, conforme el tiempo pasa, esa deuda se va reduciendo. Por eso, no hará falta contratar 100.000 euros durante los 25 años de hipoteca si al décimo año solo debes 40.000.
Este es un requisito que cumplen las aseguradoras, pero no siempre los bancos. Hay entidades que ofrecen un seguro de prima única, que implica pagar la cobertura de muchos años de una sola vez. Por ejemplo, tendrías que pagar 10.000 euros de golpe para estar cubierto durante los 25 años de hipoteca. Eso evita que puedas ir ajustando el capital o variando las coberturas según las necesites: pagaste un producto con ciertas características por adelantado y ya no se pueden cambiar. Por este motivo, se consideran productos abusivos y nunca debes aceptarlos.
Prima renovable
Es todo lo contrario a la prima única. Lo ideal es que puedas ir ajustando el capital y las coberturas de tu póliza. Quizá prefieras reducir la indemnización porque has pagado ya gran parte de la deuda. O puede que quieras añadir la cobertura de invalidez. Para ello, lo mejor es una prima anual renovable. Pagas un año y, si estás a gusto, dejas que se renueve un año más.
Si prefieres poder modificarlo con más frecuencia, muchas compañías aceptan también el pago mensual, trimestral o semestral. Gracias a esto, puedes reevaluar tu póliza cada uno, tres o seis meses y adaptarla según necesites.
Cobertura para todos los titulares de la hipoteca
La función de un buen seguro de vida para la hipoteca es proteger el hogar. Si le ocurre algo al titular del préstamo, la indemnización se usará para pagar al banco. Pero ¿y si hay dos titulares?, ¿y si uno solo no puede hacerse cargo de la letra completa de la casa?
Los seguros de vida son individuales, es decir, solo protegen a una persona. En el caso de las hipotecas con dos titulares, hay que contratar dos. ¿De qué serviría un buen seguro de vida si justo fallece el titular que no lo tenía? Conclusión: en las hipotecas conjuntas, hacen falta dos buenos seguros de vida.
La clave para un buen seguro de vida
El mejor consejo que podemos darte para conseguir un buen seguro de vida es que compares. Las pólizas de los bancos no suelen ser la mejor opción: son caros, difíciles de personalizar y con escaso asesoramiento.
Y no te preocupes: no perderás horas navegando en las páginas de las principales compañías. En nuestro comparador puedes ver toda la oferta de las grandes empresas y comparar entre ellas: precios, coberturas, requisitos, limitaciones… Rápido, fácil y barato.