Una hipoteca con un plazo de 40 años puede ser muy recomendable para los casos en los que la financiación que se solicite supere finalmente el 80 % de lo que vale la vivienda. No obstante, se deben tener en cuenta también sus consecuencias, cuándo y cómo se pueden contratar, así como saber a quiénes van dirigidas. A continuación, se mostrarán los requisitos y los clientes que suelen solicitarlas.

¿Existen las hipotecas a 40 años?

Las hipotecas suelen ser normalmente de 22 años, no obstante, también existen las que se contratan a 40 años. Si bien es cierto que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, el plazo medio va de 20 a 30 años como máximo, las entidades pueden llegar a ofertar otro tipo de préstamos hipotecarios que van de los 35 a los 40 años. No obstante, tienen consecuencias y no van dirigidas a todo el mundo.

¿Puedes contratarlas?

Las hipotecas a 40 años se pueden contratar cuando se quiere comprar una casa, ya que cuentan con características similares a los préstamos hipotecarios por los que normalmente se opta. Cuando se desea contratar una hipoteca a este plazo, la documentación a aportar es la misma, así como los requisitos, salvo por la edad, que podría estar limitada.

Este tipo de hipotecas se pueden contratar, siendo normalmente de tipo variable a causa de que son de una duración mucho más larga. Al tener larga duración, no conviene que sea variable a causa del euríbor según van pasando los años, puesto que, de llegar a crecer, se podría acabar pagando un precio mucho mayor al de la estimación inicial. Esto sería probable que ocurriera en las de tipo variable, ya que al ser una hipoteca larga, existe un riesgo elevado de que esto ocurra.

A quién van dirigidas

Las hipotecas a 40 años van inicialmente dirigidas a las personas que quieren comprar una casa que es propiedad de un banco, si bien también se pueden ofertar para otra clase de inmuebles. Sin embargo, en estas hipotecas hay dos factores que se deben tener en cuenta. En primer lugar, que la persona que la contrate debe estar dispuesta a asumir que, aunque la cuota mensual será inferior, los intereses serán superiores. En segundo lugar, un límite de edad.

En este último caso, el de la edad, la entidad normalmente tiene como criterio que el titular del préstamo hipotecario no vaya a tener más de 75 años a la hora de finalizar la devolución del préstamo. Por ello, estas hipotecas van dirigidas normalmente a clientes que no tengan más de 35 años. Así, las hipotecas que tienen un plazo a 40 años van dirigidas a jóvenes.

En muchos casos, igualmente, no son las más recomendadas. A la hora de contratar una hipoteca a 40 años para comprar una casa, se deben hacer cálculos para comprobar que la rebaja es efectivamente significativa, ya que como se ha dicho, los intereses serán superiores. Por ello, la hipoteca con plazo a 40 años va dirigida también a personas cuyo presupuesto sea muy limitado mensualmente. En caso de que se tenga margen, salen más rentables otros tipos de hipotecas.

En definitiva, si bien cabe esperar que los productos que ofrecen los bancos tengan siempre tanto ventajas como desventajas, el sector de clientes al que va dirigido es importante. Una hipoteca a 40 años es, en realidad, un producto poco frecuente, ya que cuenta con numerosas incertidumbres para ambas partes: entidad y clientes. Además, estas hipotecas podrán ser o no factibles, según la edad a la que se vayan a solicitar, que nunca será superior a los 35 años. Eso sí, siempre hay que contar con un seguro de vida que ofrezca garantías a tan largo plazo, ¡adelante con su contratación!