Se puede contratar una hipoteca con o sin bonificaciones. La clave de esas «bonificaciones» está en los productos vinculados y combinados. Es importante saber qué son y calcular si realmente compensan, especialmente los seguros de vida de los bancos.
Si has empezado a mirar hipotecas o ya tienes una, te habrás fijado en que siempre hay dos versiones: una con bonificaciones y otra sin ellas. ¿Por qué una misma hipoteca puede tener un tipo de interés del 2,5 % o uno del 3,2 %? La clave está en los productos vinculados y combinados. Pueden ser seguros de vida, tarjetas de crédito, domiciliar nóminas, cuentas de ahorro, planes de pensiones…
No obstante, hay grandes diferencias entre productos vinculados y combinados. Es importante conocer qué implica cada uno y no dejarse llevar por los números que ofrece el banco. A veces, las bonificaciones no compensan, y el truco está en saber qué suponen exactamente para el cliente.
Qué son los productos vinculados en las hipotecas
Hace algunos años, era muy habitual que el banco te obligara a contratar ciertos productos para darte una hipoteca. Podía ser un seguro de vida, una tarjeta de crédito o un plan de pensiones. Esos productos «obligatorios» son los llamados productos vinculados.
La actual ley hipotecaria (Ley 5/2019) limitó mucho las ventas vinculadas. En teoría, están totalmente prohibidas, pero la realidad es un poco diferente. Un banco sí puede exigirte tener ciertos productos para darte una hipoteca; en concreto, algún tipo de seguro, como los de vida o los de contra incendios. La gran diferencia es que tú puedes elegir si lo quieres contratar con el banco o lo prefieres con una empresa externa.
La ley permite a los bancos vender seguros vinculados siempre que sean beneficiosos para el usuario. Necesitan una autorización del Banco de España que demuestre que ese seguro es bueno para el cliente. Y siempre deben haber tenido en cuenta qué ofrecen otras empresas del mercado. De lo contrario, sería un abuso para el cliente y se podría declarar nulo.
Productos vinculados: ¿con el banco o con empresas especializadas?
Así pues, las entidades pueden exigir ciertos productos vinculados, pero no a cualquier precio. Tú puedes escoger la empresa que quieras para contratar el seguro de la hipoteca. De hecho, las pólizas de vida de los bancos son hasta un 80 % más caras que en una aseguradora. La banca infla el precio para obtener más beneficios, y por eso intentan que lo contrates. Sin embargo, es totalmente ilegal que te obliguen a firmarlo con ellos o que no te informen de que puedes elegir otro.
En resumen, los productos vinculados no influyen en que la hipoteca te salga más barata o no, solo hacen que la consigas. Es decir, no aportan ninguna bonificación ni te van a hacer pagar menos dinero. Eso sí: si los contratas con el banco, pueden inflarte mucho el coste de la hipoteca.
¿Qué son los productos combinados?
Por otro lado, están los productos combinados. No son obligatorios para conseguir el préstamo, sino opcionales. Al contratarlos, bonifican al usuario con una rebaja en el tipo de interés. Son, por tanto, los que explican que haya dos versiones de una misma hipoteca.
Pongamos un ejemplo. La hipoteca fija del Banco Sabadell tiene un 3,34 % TAE (tasa anual equivalente, una referencia orientativa para saber cuánto estás pagando). Si tienes la nómina en el Sabadell y contratas el seguro de vida, el de hogar y el de protección de pagos con él, el interés baja hasta el 2,79 % TAE. De esta manera, la nómina y los tres seguros son productos combinados.
¿Realmente compensan los productos combinados de las hipotecas?
La clave con los productos combinados está en hacer números. Suena bien pagar menos dinero a cambio de contratar un seguro; pero ¿y si la póliza es el doble de cara que con otra empresa? A veces, no son tan beneficiosos como parecen.
Igualmente, debes saber que la ley prohíbe que el banco solo te muestre la oferta con productos combinados. En otras palabras: tienes derecho a saber cuánto pagarás de hipoteca con y sin bonificaciones. De esta manera, podrás calcular mejor si te compensa pagar además por una tarjeta de crédito, un plan de pensiones y un seguro de vida del banco.
Pongamos otro ejemplo. Una persona pagará 560 euros de hipoteca al mes si no contrata ningún producto combinado. Tiene que tener un seguro de vida, pero lo hace con una empresa especializada y pagará 300 euros al año. Si decide optar por el seguro de vida del banco, pagará 545 euros de hipoteca (15 euros menos al mes), pero 600 euros anuales de póliza (300 euros más al año). En total, pagaría 120 euros más cada año. Si lo multiplicamos por 20 años de hipoteca, la diferencia es de 2400 euros. La supuesta bonificación se ha convertido en una penalización.
¿Bonificaciones o penalizaciones?
Las hipotecas con bonificaciones parecen atractivas, pero primero debemos hacer números. Antes de tomar una decisión, consulta en nuestra web si la rebaja en el interés de verdad merece la pena a cambio de firmar un seguro de vida mucho más caro. ¡No pagues de más sin razón!
Igualmente, recuerda que, aunque los productos vinculados sean obligatorios, no tienes por qué contratar un seguro de vida carísimo. En nuestro comparador puedes ver, en un minuto, cuánto te costaría una póliza según tu edad y el dinero que necesitas. Si comparas con las ofertas de los bancos, verás que puedes ahorrarte mucho dinero si eliges una empresa especializada. ¡Compruébalo y te sorprenderás!