Con más de 3 años de retraso y no exenta de polémica, el 16 de junio de 2019 entró en vigor la nueva ley hipotecaria. Como es lógico, a partir de ahora, la compra de una vivienda mediante préstamo hipotecario trae consigo importantes cambios en cuanto a las cláusulas suelo, el famoso impuesto de AJD, los gastos y hasta los desahucios.
El principal objetivo de esta nueva normativa es elevar la protección del hipotecado, permitiendo a la población española acceder a un hogar en propiedad con mayor seguridad y a costes financieros mejorados.
Los cambios en las hipotecas tras la entrada en vigor de la nueva Ley Hipotecaria
Con la nueva legislación, los bancos y notarios serán más transparentes con el interesado en comprar un inmueble. Es más, el cliente no tendrá que pagar algunos gastos, reduciéndose las comisiones. Esto se traduce en costes nuevos para las entidades financieras, a los que la normativa ya les exige asumir la mayoría de los gastos y ser más transparentes con la información que proporcionan a sus clientes, sobre todo los nuevos, que son los que quieren hipotecarse.
El Banco de España confiesa que la actual ley no responde a un encarecimiento de este tipo de préstamos, sino a «aportar mayor certidumbre, no solo a los clientes, sino también a las entidades financieras, las cuales tendrán la obligación de examinar la solvencia del cliente».
Gastos de las hipotecas: los paga el banco
La nueva ley fija que las entidades serán las que carguen con todos los gastos derivados de la concesión de la hipoteca: notaría, registro y gestión. Todos los gastos, excepto la tasación de la vivienda, que la seguirá pagando el cliente.
El polémico AJD, el impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados, los pagará el banco, lo que supondrá aumentar los costes para las entidades financieras. Algunos expertos señalan que las financieras podrían repercutir este coste, bien sea con un tipo de interés mayor o exigiendo mayor vinculación al cliente.
Desahucios más complicados
Los desahucios afectaron en España, de 2007 a 2014, a más de medio millón de familias. La nueva normativa hace que sea más complicada la ejecución hipotecaria en caso de impago. Las entidades podían iniciar, en la actualidad, el proceso de ejecución cuando el cliente no pagaba tres cuotas, pero ahora se amplía hasta 12 mensualidades o el 3 % del capital concedido, en el caso de que el impago sea en la primera mitad de la vida del préstamo; en el caso de que el impago sea en la segunda mitad, las cuotas impagadas deberían ascender a las 15 o el 7 % del total de la deuda.
La dación en pago
Aunque con la nueva ley no queda reflejado que, con la entrega de la vivienda se salde la deuda contraída con la entidad, sí se incluye la obligación de incluir, en la información contractual, la propia dación en pago si así lo acuerdan tanto cliente como entidad bancaria.
Las cláusulas suelo
Fueron y siguen siendo una de las batallas más sonadas en España. Estas cláusulas fijaban un interés mínimo en los préstamos a tipos variables, algo que impedía al prestatario beneficiarse de la bajada del euríbor. Con la nueva ley se elimina esta cláusula, aunque las entidades aclaran que el interés mínimo a cobrar será del 0 % y nunca negativo (aunque el indicador de referencia cotice en negativo).
La nueva ley hipotecaria trae importantes cambios. Al elegir la hipoteca, hay que tener en cuenta todas las novedades y cerciorarse de si la entidad cumple la normativa. Recuerda revisar bien la información contractual y consultar a especialistas en hipotecas cómo adelgazar la deuda hipotecaria, y si necesitas un seguro para el préstamo, contacta con nosotros.
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Muchas gracias por la información