Es una figura cada vez más extendida en nuestro país: el intermediario hipotecario está más de moda que nunca. Y es que su función principal ayuda a miles de personas, sobre todo en un contexto de cambios en las hipotecas y las normativas que conceden las entidades. Este trabajador, considerado un broker hipotecario, apoya a diferentes personas a seleccionar y obtener el mejor crédito para la compra de la vivienda, el que mejor se adapte a sus necesidades y el que resulte más ventajoso según su perfil.
Existen diferentes tipos de intermediarios, todos dependiendo de las preferencias que tengamos para cerrar la financiación de la compra del inmueble. Existen, por ejemplo, agentes de entidades exclusivos, multi agentes o intermediarios no vinculados, además de profesionales intermediarios independientes.
¿Cuáles son las funciones principales de un intermediario hipotecario?
Para que un profesional de este tipo sea considerado intermediario financiero o hipotecario, debe realizar estas funciones:
1. Presentar u ofrecer contratos de préstamo. Esto es, su función no solo se limita a las gestiones adicionales, sino que además se encarga de presentar y explicar los diferentes contratos para cada préstamo para la compra de la vivienda.
2. Estudiar todas las opciones para la compra del hogar. El intermediario podrá ayudar al interesado en la compra de la vivienda, tanto si la adquisición del inmueble mediante préstamo es la mejor opción como si no. Es más, informará a sus clientes de todas las condiciones que imponen las entidades financieras, inmobiliarias o empresas constructoras.
3. Realizar todo de gestiones precontractuales. La labor de este profesional va más allá del asesoramiento. Interviene en la negociación entre la entidad y el interesado en comprar la vivienda. Se reúne con las partes interesadas en la firma del contrato hipotecario, además de intentar mejorar las condiciones en el banco.
4. Conseguir un ahorro para el interesado. No solo hablamos del ahorro en dinero (puede conseguir porcentajes para la financiación de la vivienda mucho más altos), sino también del tiempo. Por si fuera poco, el ahorro se traduce también en unas mejores condiciones financieras, más atractivas, para el solicitante, especialmente en lo referente a tipos de interés.
Las ventajas y desventajas de este profesional
Existen muchos beneficios que se pueden disfrutar con un intermediario de este tipo. Las principales ventajas, entonces, se pueden resumir en dos:
1. Ahorro de tiempo. Como comentábamos anteriormente, el intermediario se encarga de buscar la mejor opción para el préstamo, el cual se adaptará a las necesidades, por lo que el interesado ahorrará tiempo.
2. Conseguir mejores condiciones. Esto es lógico que redundará en unas mejores condiciones del préstamo, tanto económicas como legales o fiscales.
Entre las principales desventajas, estarían las siguientes:
1. El coste para el interesado. En algunos casos, sobre todo en la firma de hipotecas de bajo importe, la figura de este profesional puede tener un coste elevado para el montante total de la operación. No obstante, el intermediario no cobraría más de un 5 % del importe del total de la operación.
2. Un mayor riesgo para el cliente. Conseguir una hipoteca que era impensable para el cliente, en este caso, puede ser contraproducente. Los intermediarios llegan a conseguir hipotecas a las que un particular, a medio o largo plazo, no podrá hacer frente. Esto supone un problema económico, especialmente relacionado con los impagos de las cuotas hipotecarias cada mes.
Un intermediario hipotecario, conocido también como broker hipotecario, puede ofrecer a los clientes la hipoteca ideal, adaptada a sus exigencias o necesidades. No obstante, cada persona que desee contratar a este profesional, debe tener claro el coste y las posibles ventajas o desventajas del mismo.