La hipoteca es un derecho real de garantías con el que se gravan, principalmente, bienes inmuebles. Sirve como seguro para el cumplimiento de una obligación, así como para pagar una deuda. En el mercado es posible encontrar hipotecas con vinculaciones y también hipotecas sin vinculaciones. Cada una tiene sus características, sus pros y sus contras. Además, una resultará más ventajosa que otra, dependiendo de la situación financiera de la persona solicitante.
Las hipotecas con vinculaciones
Las hipotecas con vinculaciones son aquellas que imponen una serie de condiciones para que puedan llegar a ser concedidas. Es un mecanismo que las entidades bancarias emplean para que sus clientes adquieran más productos y, de esta forma, aumentar sus ganancias.
La nueva Ley Hipotecaria prohibe la práctica de la vinculación, que anteriormente tenía un carácter obligatorio. De ahí que en la actualidad se conozcan como productos combinados y resulten opcionales. Los bancos, para convencer a los usuarios de su contratación, suelen ofrecer bonificaciones en el tipo de interés de la hipoteca, si se aceptan.
¿Qué adscripciones comunes suelen ofrecer estas entidades a la hora de conceder un crédito hipotecario? La domiciliación de nóminas, ingresos y recibos, así como la contratación de un seguro de hogar o de vida. A esto hay que sumar las aportaciones a planes de pensiones u otros productos de inversión. También, la realización de una serie de compras mensuales con la tarjeta asociada a la cuenta bancaria.
Hipotecas sin vinculaciones
Resulta bastante más complicado encontrar hipotecas sin vinculaciones en el mercado. La realidad es que representan en torno a un 20 % de la oferta hipotecaria actual. Casi todas son a través de plataformas online, lo que nos obliga a realizar todos los trámites por Internet.
Estas hipotecas sin vinculaciones tienen la ventaja de que no implican la adquisición de más compromisos de pago con la entidad concesionaria. Además, otorgan la libertad de adquirir otros productos necesarios en cualquier otro banco, de manera que permiten comparar y decantarse por aquella que mejores condiciones imponga.
Principales diferencias
La principal diferencia entre las hipotecas con vinculaciones y las hipotecas sin vinculaciones es que las primeras conducen a contratar otros productos combinados que, realmente, suponen un compromiso de pago mayor con la entidad. Por su parte, las segundas confieren mayor poder de decisión, y los requisitos para su concesión son menores.
Ahora bien, cada una puede tener sus ventajas y desventajas. De esta forma, las hipotecas que van de la mano de otros productos asociados permiten beneficiarse de rebajas en las tasas de interés y bonificaciones en el pago de comisiones. Un reclamo que puede venir muy bien a quien necesite solicitar una cantidad elevada o un crédito con una duración considerablemente larga.
Hay que tener en cuenta, eso sí, que por lo general esto implica que el banco puede dejar de ofrecer esa rebaja y esas bonificaciones en el momento en que se rompa esa vinculación con el producto asociado que se haya contratado. De igual manera, los productos combinados ofertados por esa entidad no tienen por qué ser los que mejores condiciones otorgan en el mercado. Consecuentemente, es necesario analizar si, a la larga, su contratación puede llegar a perjudicar en lugar de a beneficiar.
En conclusión, las hipotecas con vinculaciones y las hipotecas sin vinculaciones pueden resultar más o menos ventajosas en función de cada caso. La clave está en realizar un análisis y comparación exhaustiva de cada hipoteca para encontrar las mejores del mercado. Lo mismo ocurre con otros productos, como los seguros de hogar o de vida, que en segurodevidahipoteca.es ofrecen las condiciones más competitivas. Consulta nuestra oferta sin compromiso.