Antes de firmar una hipoteca con dos titulares, es importante saber sus ventajas y desventajas y tener varios aspectos en cuenta. Por ejemplo, el seguro de vida es individual, solo protege a una persona, por lo que es mejor contratar dos: uno para cada titular.
Un hogar en España pide, de media, más de 130.000 euros para comprarse una casa, según el Instituto Nacional de Estadística. En muchos casos, se trata de una pareja que quiere empezar una vida juntos en un nuevo hogar. Por ese motivo, es muy común que decidan contratar la hipoteca juntos.
Si te estás planteando contratar una hipoteca con tu pareja (o un hermano, una amiga…), debes tener en cuenta qué supone firmarla de forma conjunta. Compartir la titularidad del préstamo tiene ciertas ventajas y alguna desventaja:
Ventajas
— Más fácil de conseguir
Los bancos prefieren las hipotecas conjuntas a las individuales. Si el préstamo lo comparten dos personas, habrá menos riesgo de impago. Les da más tranquilidad saber que hay dos personas encargándose de pagar la cuota todos los meses.
— Mayores préstamos
Dos personas trabajando podrán afrontar una cuota mensual más elevada y, por tanto, una deuda más alta.
— Más solvencia
Una persona puede quedarse sin trabajo y tener dificultades para seguir pagando. Sin embargo, es menos probable que les pase a dos personas. Eso no solo da al banco más tranquilidad, sino también a ti. Si sufres algún bache económico, aún puedes contar con el salario de la otra persona.
Desventajas
En realidad, solo hay una desventaja, pero puede ser muy importante. Las hipotecas son contratos muy largos, de 10,15 o 25 años. En ese tiempo, pueden cambiar muchísimas cosas que compliquen la relación de los propietarios. Por ejemplo, una pareja se puede romper en ese tiempo.
Por lo general, los bancos suelen poner trabas para reducir la titularidad de una hipoteca de dos personas a solo una. Como ya hemos comentado, prefieren dos personas. Para aceptar el cambio, quizá pidan un nuevo aval o incluso cambien las condiciones del préstamo.
Por eso, siempre hay que pensar muy bien antes de firmar una hipoteca con dos titulares. Tiene sus ventajas, por supuesto, pero no deja de ser un acuerdo legal entre dos personas que durará muchísimo tiempo.
¿Qué debo tener en cuenta en una hipoteca con dos titulares?
Una vez estudiadas las ventajas y las desventajas, debes saber las principales diferencias entre comprar una vivienda solo o con otra persona. En primer lugar, se puede ser titular de la hipoteca, pero no de la casa. Y, en segundo lugar, se necesitan dos seguros de vida, uno para cada titular.
No es lo mismo la titularidad de la hipoteca que la titularidad del inmueble
Una persona puede ser titular de una hipoteca y no serlo de la vivienda hipotecada. Es decir, se puede ser responsable de la deuda con el banco y no tener ningún derecho sobre el inmueble. Esos términos deben dejarse bien claros antes de iniciar cualquier trámite conjunto.
En una hipoteca con dos titulares, el reparto de la deuda siempre es 50-50, así que ambos tienen la responsabilidad de pagar la cuota mensual. El banco emite un recibo cada mes y lo pasará a la cuenta que se haya fijado en el contrato. No importa que uno ponga más dinero que el otro en la cuenta: a efectos legales, cada uno está pagando la mitad.
Por otra parte, los porcentajes de propiedad de un inmueble no tienen por qué ser 50-50. Una persona puede ser cotitular de la hipoteca y solo disponer del 25 % de la vivienda. O una vivienda puede ser al 100 % de una sola persona y tener una hipoteca de dos titulares. Estos porcentajes se especifican en la escritura de propiedad y se acuerdan entre los propietarios del inmueble cuando este se adquiere.
El seguro de vida es individual
Contratar un seguro de vida es un requisito muy habitual en la concesión de hipotecas. La entidad obliga a tener una de estas pólizas para proteger su inversión. Si te ocurre algo después de recibir el préstamo, el banco quiere saber que recibirá su dinero de todas maneras.
Sin embargo, debes tener en cuenta que los seguros de vida son individuales, es decir, solo protegen a una persona. Por eso, para que sean útiles de verdad, lo más recomendable es tener dos seguros en una hipoteca con dos titulares. Pongamos un ejemplo:
Marina y Paloma son hermanas y compraron una vivienda en la que cada una es propietaria al 50 %. Para adquirirla, pidieron una hipoteca conjunta. El banco les exigió un seguro de vida, así que se lo hicieron a Marina. 5 años después, Paloma fallece en un accidente. Puesto que el seguro solo cubría a Marina, la deuda se mantiene y Marina tendrá que seguir pagando su mitad.
¿Qué ocurre si fallece uno de los titulares?
En una hipoteca con dos titulares, la responsabilidad del pago es 50-50 entre ambos. Si fallece uno de los dos, el que sobreviva aún debe asumir su mitad de la deuda. La mitad del fallecido pasa a los herederos, quienes deberán aceptar o rechazar esa carga. Si los herederos no quieren encargarse, será el titular que ha sobrevivido quien tenga que pagar el 100 % de la cuota.
Las hermanas Marina y Paloma no tienen más familia. Cuando Paloma fallece, Marina se hace cargo de su mitad de la hipoteca y de la mitad de Paloma, así que ahora tiene que pagar la cuota completa ella sola.
Este es el principal motivo por el que es tan importante tener dos seguros de vida. Si uno fallece, el otro tendrá que seguir pagando e, incluso, asumir toda la deuda. Tener una póliza para cada titular le da al otro la tranquilidad de que, si ocurre algo, esa deuda quedará pagada y no tendrá que preocuparse por el dinero.
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