Por fin la primera legislación europea pone coto a los productos vinculados a las hipotecas. Según la nueva directiva sobre hipotecas, respaldada recientemente por el Parlamento Europeo, se prohíbe a los prestamistas hacer ofertas de crédito condicionadas a la compra de seguros y otros productos financieros de un proveedor especificado.

Por ello, queda respaldada legislativamente la no obligatoriedad de contratar nuestro seguro de vida con el banco o caja que nos concede la hipoteca, si bien es un arma con la que juega la banca para aprobar o no una operación, en este caso, la hipoteca para comprarnos la casa que deseamos. Según el Servicio de Reclamaciones de la Dirección General de Seguros, la legislación vigente no impone con carácter general y de forma directa al deudor de un préstamo hipotecario la obligación de contratar seguros sobre el inmueble hipotecado.

No es obligatorio contratar un seguro de vida, aunque desde luego es muy conveniente, sea con la compañía que sea, porque nos protegeremos a nosotros mismos ante una posible invalidez y a nuestra familia ante un posible fallecimiento, de tal forma que, en este caso, su fin será la amortización del préstamo. Para la entidad financiera sería bueno porque en esta situación, si no existiera seguro, podría tener problemas para recuperar la deuda, por lo que el banco puede exigir que se suscriba un seguro si queremos el préstamo, pero en ningún caso determinar con quién.

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