Cuatro consejos que te ayudarán a ahorrarte mucho dinero si tienes que contratar un seguro de vida para tu hipoteca. Y no solo eso: te evitarán más de un disgusto si, por desgracia, el seguro tuviese que entrar en acción.
El seguro de vida de la hipoteca es un requisito que imponen muchos bancos para conceder el préstamo. Estas pólizas se encargan de que, si le ocurre algo al cliente y fallece, la indemnización permita que la familia siga pagando la vivienda. Con ellas, saben que pagarás la deuda, incluso si te sucede algo.
Obviamente, estas pólizas son también muy beneficiosas para el usuario. Le permiten vivir sin el agobio de la deuda de la hipoteca. Sabes que, si te pasa algo, tu familia tendrá pagada la casa y no tendrá que preocuparse por las letras.
Pese a que el seguro de vida de la hipoteca es muy beneficioso para ambas partes, hay tres situaciones en las que puede no serlo para ti. Por eso, te traemos cuatro consejos para ahorrarte mucho dinero, y algún que otro posible problema, con tu seguro de vida hipoteca.
No lo firmes con el banco
El primero y el más importante de los consejos para ahorrar en el seguro de vida hipoteca. Según un estudio independiente, las primas de los bancos son hasta un 80 % más caras que las de una empresa especializada. Hay entidades que te ofrecen su propio seguro, con el argumento de que así te rebajan un poco el tipo de interés del préstamo. Si te dan esta opción, debes hacer números. Es muy común que esa pequeña rebaja no compense la diferencia de precio entre la póliza del banco y la de una aseguradora.
Así pues, si decides contratar el seguro con el banco, puedes llegar a pagar casi el doble por las mismas coberturas que te daría una empresa especializada. Por suerte, no es una situación irreparable: puedes cancelar el contrato y marcharte a otra compañía cuando quieras. En nuestra guía para sacar el seguro de vida del banco te contamos todos los pasos para que te ahorres mucho dinero.
No pongas al banco como beneficiario
En los seguros de vida hipoteca, el beneficiario puede ser una persona (tu pareja, tus padres, tus hijos…) o el propio banco. En teoría, debería dar igual quién reciba el dinero siempre y cuando la póliza cumpla su función: ayudar a la familia a asumir el pago de la vivienda. Sin embargo, en la práctica hay mucha diferencia.
Si elegimos a una persona como beneficiaria (nuestra pareja, por ejemplo), ella podrá decidir qué hacer con ese dinero. Podrá destinarlo a pagar la hipoteca, a tapar agujeros, a ahorrar… La decisión será suya.
Sin embargo, si el beneficiario es el banco, el dinero irá destinado sí o sí a cancelar la deuda. En este punto, es muy importante tener en cuenta que la amortización anticipada de una hipoteca suele tener un coste. Es posible que no compense liquidar la hipoteca de golpe y sea más ventajoso seguir pagando las letras poco a poco con el dinero de la indemnización. Si hemos elegido a una persona como beneficiaria, tendrá libertad para hacer números y elegir lo que más le convenga al hogar.
Protege a quien pague la hipoteca
Imaginemos que tu pareja es quien paga la hipoteca de la vivienda que compartís. El seguro de vida está a tu nombre, por lo que solo pagará si tú falleces. En caso de que fallezca tu pareja, la póliza no se hará cargo y la deuda de la hipoteca se mantendrá intacta, pero tú ya no tendrás ingresos para afrontarla.
La conclusión de ese ejemplo es que el seguro de vida de la hipoteca debe proteger siempre a las personas que se encargan del pago. Si la hipoteca la pagan varias personas, lo ideal es tener varias pólizas. Así pues, lo más habitual es que el banco intente convencerte para hacer seguros a todos los titulares de la hipoteca. Como ya has visto en el primero de los consejos para ahorrar, no compensa contratar una póliza con el banco, así que menos aún dos.
En el caso de que solo consigan que firmes una póliza con ellos, es posible que intenten cubrirse las espaldas y proteger solo a la persona con menos riesgo de fallecer. Por eso, quizá te propongan que el seguro de vida se haga a nombre de tu pareja, en lugar del tuyo, o viceversa. Puede ser porque tu pareja sea más joven o porque tenga menos problemas de salud. El argumento para convencerte es que la prima será más baja, ya que hay menos probabilidades de que le ocurra algo.
Sin embargo, no te conviene aceptar esta opción, aunque la prima sea más baja. En primer lugar, porque seguirá siendo mucho más cara que con una aseguradora. Y, en segundo lugar, porque el seguro debe proteger a quien trae el dinero para la hipoteca, sea más joven o más mayor. Si tú eres quien se hace cargo de las letras, la protección en caso de fallecimiento la necesitas tú.
Compara precios antes de decidir
El último de los consejos para ahorrar en tu seguro de viva y el que menos tiempo te llevará. Nunca aceptes la primera opción que te ofrezcan, porque quizá haya una mejor. En nuestro comparador puedes ver qué te ofrecen las principales empresas del sector: precio, coberturas, requisitos…
Si ya tienes el seguro con tu banco, calcula rápidamente cuánto te puedes ahorrar en nuestra plataforma. Sin duda, el rey de todos los consejos para ahorrar es no pagar más por algo que puedes conseguir por menos, ¿verdad? ¡Compruébalo!