Si ya tienes un seguro de vida y lo quieres vincular a una hipoteca de la que también eres titular, lo único que tienes que hacer es pedirle a la compañía de seguros donde estés asegurado que emita una cláusula de beneficiario a favor del banco o caja con que vas a suscribir la hipoteca.
Te pedirán el número de préstamo hipotecario, el importe del préstamo, el vencimiento y el nombre de la entidad financiera, banco o caja que te lo concede.
Cuando tengas esa cláusula se la entregas al banco; de esta manera si se produjera el fallecimiento del titular de la póliza, la compañía pagaría al banco o caja la cantidad pendiente de amortizar de la hipoteca. El resto del capital sobrante, si lo hay, iría a parar a los herederos o a los beneficiarios de la póliza.
Si no tienes un seguro de vida y quieres contratar uno para vincularlo a la hipoteca, lo mejor es que no contrates el que te ofrece el banco o caja, ya que normalmente va a salirte mucho más caro.
El banco que te vende un seguro no es un experto en el mercado asegurador, por eso no conoce lo que te esta ofreciendo ni lo que necesitas. Su única misión como banco o caja debería ser concederte el préstamo hipotecario, pero con el euríbor por los suelos, necesita vender seguros para proporcionar ingresos a su banco.
El seguro de vida puedes contratarlo por tu cuenta y verás que te ahorras mucho dinero. En nuestra web puedes calcularlo, porque somos corredores de seguros, trabajamos con las mejores compañías y en un momento obtendrás una comparativa de precios entre las principales aseguradoras. Tú eliges.