A la hora de pedir una hipoteca, lo que el banco quiere es que se demuestre la suficiente capacidad de pago para afrontarla. Y en ello no difieren trabajadores autónomos y quienes lo hacen por cuenta ajena. El problema reside en que los primeros no tienen una nómina fija, como sucede con los segundos. Dicho de otro modo, sus ingresos son irregulares y más difíciles de demostrar. No obstante, los trabajadores autónomos también pueden solicitar ese tipo de préstamos. Pero se les pedirá otro tipo de documentación.

Requisitos de una hipoteca para autónomos

Por tanto, el trabajador autónomo debe aportar al banco la mayor cantidad posible de documentación que justifique sus ingresos. Y, además, que estos sean suficientes para afrontar los pagos del préstamo.

Pero no solo eso. Como el profesional por cuenta propia tiene menos estabilidad laboral, también es recomendable que aporte documentos demostrativos de la antigüedad de su negocio. Y, además, que justifiquen unos ingresos estables durante el mayor periodo de tiempo posible. Cumpliendo estos requisitos, muy pocas entidades bancarias negarán una hipoteca para autónomos.

Documentos que debe presentar el autónomo para solicitar una hipoteca

Por tanto, cuando pide una hipoteca, el trabajador por cuenta propia debería aportar al banco la siguiente documentación:

– Las declaraciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (I.R.P.F.) de los últimos años. Con ellas se demuestran los ingresos del autónomo y la situación fiscal en que se halla su negocio.

– Declaraciones trimestrales y anuales de I.V.A. como complemento a las anteriores.

– Una vida laboral que se pide en la Tesorería de la Seguridad Social. Así, el solicitante del préstamo demuestra que ha tenido una estabilidad en su trabajo.

– Un informe sobre su negocio. Es voluntario, pero ayuda a que la entidad bancaria confíe en el autónomo. En este dossier pueden incluirse aspectos como la historia del negocio del solicitante y su propio currículum vitae. Pero también un listado de clientes y proveedores e incluso un texto sobre los proyectos de futuro. En definitiva, todo aquello que pruebe la estabilidad del negocio del autónomo, su pujanza económica y sus buenas perspectivas de futuro.

– Últimos recibos de pago de los préstamos del solicitante. Como muestra de que se puede hacer frente a la hipoteca que se pide, es recomendable acompañar la solicitud con otros documentos. Por ejemplo, los recibos de pago de los créditos que tenga el autónomo. Así, la entidad bancaria verá que tiene medios económicos suficientes para no acumular deudas.

– Pruebas de su capacidad de ahorro. En el mismo sentido que el apartado anterior, el autónomo puede añadir a su solicitud extractos bancarios tanto de sus cuentas como de las del negocio. Así, la entidad financiera podrá comprobar que su situación económica es buena.

Hay que tener en cuenta que el banco no se guía por lo que le digan los solicitantes de un préstamo ni conoce su negocio. Quiere documentos que corroboren su estabilidad económica. Y en el caso del autónomo le es más difícil comprobarla por la misma idiosincrasia del trabajador por cuenta propia. Este puede ganar mucho dinero un mes bueno y muy poco uno malo.

Por tanto, no sirve presentar a la entidad financiera los ingresos de los tres últimos meses, como sucede con quienes tienen nómina. Hay que presentarle al banco la mayor cantidad posible de documentos que acrediten la buena situación financiera del autónomo.

En conclusión, a la hora de pedir una hipoteca, el trabajador autónomo deberá aportar todo aquello que justifique la buena situación de su economía. Pero también todos los documentos complementarios que demuestren su estabilidad laboral y financiera durante el mayor plazo de tiempo posible. Así probará que puede hacer frente a la hipoteca.