Si se quiere tener una hipoteca en una banca ética pero se tiene con otra entidad, se ha de saber que el traspaso es posible, pero se tendrán que tener en cuenta ciertos aspectos económicos antes de dar el salto. Pero, ¿qué es una banca ética? Son aquellas entidades financieras cuyos valores van más allá de aumentar el negocio y conseguir rentabilidad, apoyándose en criterios éticos de transparencia y colaborando con iniciativas culturales, sociales o medioambientales. La más conocida de ellas es Triodos Bank.
Cómo pasar una hipoteca a la banca ética
La operación que permite cambiar la hipoteca de una entidad bancaria a otra se denomina subrogación. Antes de dar el paso y comenzar a ser un nuevo cliente de la banca ética, se ha de saber que el traspaso incurre en ciertos gastos, que pueden llegar a ser importantes si la cuantía de la hipoteca es alta.
También hay que tener en cuenta que el nuevo banco mirará con lupa cuál ha sido el comportamiento crediticio durante toda la vida de un préstamo, ya que será más fácil que te acepten como cliente si se han pagado regularmente y sin retrasos las diferentes cuotas. Asimismo, hay que calcular si se tiene suficiente dinero para hacer frente a los siguientes gastos:
1. Cancelación de la hipoteca actual
La letra pequeña de tu hipoteca suele recoger un apartado que habla de la comisión por cancelación (entre el 0,5 y el 1%, generalmente), a este gasto suma otros administrativos de la gestoría, por la que el cliente tendrá que dejar una provisión de fondos.
2. Gastos de la nueva hipoteca
Aunque depende de cada entidad, normalmente la banca ética aplica las mismas comisiones que las tradicionales, si bien es cierto que sus tipos de interés pueden ser más reducidos para prestar dinero con responsabilidad, y evitar una crisis como la que ha pasado la economía mundial hace poco.
El caso es que puede tener una comisión de apertura (suele rondar el 1%), a lo que hay que sumar el pago de los impuestos que se deriven de la operación, así como una nueva tasación del inmueble. Esto último le servirá a la banca ética para ver si pueden prestar lo que se pide y el verdadero valor de la casa en el mercado actual.
3. Rentabilidad
Para saber si compensa hacer una subrogación hay que comparar no solo los gastos que se van a derivar de la operación, sino también las condiciones de la hipoteca vieja y la nueva. Los puntos más importantes son: tipo de interés (tanto fijo como variable), periodo máximo de amortización, comisión por pagos parciales y vinculaciones.
Todos estos aspectos van a acompañar al cliente durante muchos años, por lo que hay que hacer cuentas a largo plazo y ver si merece la pena volver a pagar ciertos impuestos y gastos por un tipo menor de interés, por ejemplo.
Más allá de que la banca ética ejerza su Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en proyectos sociales o relacionados con el medio ambiente, son reconocidas por ser las entidades más solventes y que ofrecen préstamos muy acordes con el nivel adquisitivo de los clientes. Así, solo trabajan con la economía real, evitando la especulación y con resultados muy ajustados y palpables.
Para el cliente, sus productos son muy seguros porque solo van a obtener lo que realmente puedan devolver, con el mínimo riesgo posible.
Por tanto, no hay que acudir a ellos buscando una mayor rentabilidad o mirando los regalos que pueden ofrecerte, ya que no trabajan así. Tampoco van buscando que el cliente haga mucho uso de sus tarjetas. Una manera de ahorrar es no invirtiendo demasiado en marketing o patrocinando equipos deportivos, como hacen otras.