Muchas personas no saben que pueden desvincular el seguro de vida de la hipoteca, optando a otros muchos más competitivos, tanto en coberturas como en precio. El mercado está plagado de ofertas y se puede elegir la que mejor convenga, prescindiendo de la que ofrece el banco al contratar el préstamo hipotecario. Sin embargo, es una información que, a las entidades bancarias, a menudo, no les interesa dar.
Cómo dar de baja el seguro de vida asociado a tu hipoteca
Cuando el cliente quiere contratar una hipoteca, su primer interlocutor es el banco, quien tiene el deber de informar sobre todo el procedimiento, de una manera transparente. Cuando la gestión va más avanzada, la entidad indicará que, obligatoriamente, el cliente tiene que contratar un seguro de vida y otro de hogar, para poder firmar las escrituras. A menudo, no especifican que estos dos productos pueden ser contratados a terceras empresas, sobre todo, porque los suyos suelen ser mucho más caros que los demás.
El «truco» del banco para convencer al cliente será bajar el tipo de interés aplicado si finalmente se firman los seguros con él, ya que es de donde las entidades obtienen el mayor beneficio. Antes de tomar una decisión, lo mejor es ponerse a calcular si con esta bajada de tipos sale más barato la cantidad que se paga anualmente por la hipoteca. Luego habrá que compararlo con lo que se ahorraría con un seguro independiente.
Requisito indispensable: haber contratado otro seguro como sustituto
El seguro de vida supone una tranquilidad para el cliente de un préstamo a largo plazo, ya que, en caso de fallecimiento esta deuda se saldaría y no pasaría a los herederos, puesto que se encargaría la entidad aseguradora de pagar el total de la póliza. En algunos casos, está excluido el suicidio, por ejemplo; en otros, se pueden extender las coberturas, con una de enfermedades graves o de accidentes. Evidentemente, el precio de la prima sube un poco, pero se gana en tranquilidad.
Por otra parte, supone también una garantía para el banco que sabe que, en caso de que el titular de la hipoteca muriese y sus herederos no pudieran pagar las letras, no tendrían que afrontar toda una batalla judicial con el tiempo y costes que supone.
De ahí la obligatoriedad de ligar una hipoteca a un seguro de vida del titular. Si el del banco no es beneficioso, por el precio o por el tipo de las coberturas, lo que hay que hacer es buscar otro y hacer un precontrato. En este punto, se debe llamar al banco para anunciarle la no renovación del contrato y mostrar el documento que se haya firmado con la otra aseguradora. Lo normal es que el banco haga una contraoferta, con algún producto gratis o algún tipo de beneficio. Si sigue sin convencer, habrá que mandar una carta de desestimación, firmada y con los datos personales a la dirección que ellos indiquen (física o email).
Es conveniente guardar una copia del envío, por si hubiera reclamaciones. Y hacerlo, como mínimo, un mes antes de que expire la fecha del seguro vigente.
En definitiva, desvincular el seguro de vida de la hipoteca del banco es posible, pero hay que asegurarse siempre de que se tiene firmado ya un precontrato con otra entidad aseguradora. Este tipo de producto es obligatorio con los préstamos hipotecarios porque dan tranquilidad al titular y a su familia y herederos, ya que, en caso de fallecimiento o enfermedad grave, la deuda es saldada. El banco también sabe que, de esta manera, se asegura la devolución íntegra del préstamo. Si tienes cualquier duda con este producto, llámanos y te asesoraremos.