Amortizar la hipoteca es una de las opciones que se nos plantean cuando recibimos un dinero inesperado. No obstante, no siempre compensa e influye mucho en qué momento decidas hacerlo.
Se acercan las fechas navideñas y, en España, eso significa una cosa: vuelve la lotería de Navidad. En 2020, los españoles gastamos más de 2.500 millones de euros en boletos para el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad del 22 de diciembre. De media, cada español gastó unos 60 euros en comprar décimos. La esperanza es la misma para casi todos: conseguir un poco de dinero para tapar agujeros.
Si tienes una hipoteca, quizá hayas pensado alguna vez: si me toca la lotería, amortizo la hipoteca. Eso, en palabras más sencillas, significa pagar la deuda con el banco de forma adelantada, en lugar de esperar los 15 o 20 años que teníamos pactados. Es una posibilidad para quienes reciben dinero de forma inesperada, ya sea por la lotería o, por ejemplo, por la indemnización del seguro de vida de un familiar que haya fallecido. No obstante, ¿siempre es una buena idea amortizar la hipoteca?
¿Qué es amortizar la hipoteca?
Como decíamos, es devolver el dinero al banco de forma adelantada. Hay dos maneras de hacerlo:
- Rebajar la cuota mensual. Adelantas una cantidad del préstamo y, a cambio, pagas menos mes a mes durante el tiempo que queda pendiente. Así, por ejemplo, en lugar de tener una letra de 500 euros, puedes bajarla hasta los 350.
- Reducir el tiempo que te queda por pagar. Por ejemplo, si tu préstamo era de 20 años y aún te quedaban 15, puedes subir la cuota mensual y así liquidar la deuda en 8 años en lugar de 15.
¿Cuándo amortizar la hipoteca?
Influye mucho el momento del préstamo en el que te encuentres. La gran mayoría de hipotecas de España funcionan con el método francés, un sistema en el que los primeros años se destina más dinero a pagar los intereses que a devolver el préstamo. En otras palabras: al principio prácticamente solo estás pagando intereses y, al final, es cuando de verdad estás devolviendo el dinero que te prestaron.
Así pues, el mejor momento para liquidar la deuda con el banco es al principio, que es cuando estás pagando los intereses. Si la amortizas en los primeros años, te evitas darle al banco más dinero que si esperas unos años más.
¿Qué pasa con el euríbor?
Igualmente, las hipotecas variables también tienen que revisar el tipo de referencia del préstamo, que en España suele ser el euríbor. El euríbor es un valor que se va actualizando periódicamente y que determina cuánto dinero hay que pagar en intereses. Por ejemplo, imaginemos un préstamo que se concede con un interés del 1 % + euríbor. Eso significa que los usuarios pagarán de intereses un 1 % más la cifra que marque el euríbor el mes correspondiente.
Si el euríbor está muy alto, es mejor momento para amortizar la hipoteca, porque así nos ahorramos más intereses. No obstante, el euríbor se sitúa actualmente en el -0,477 %, es decir, está aún en niveles negativos, por lo que muchas personas se están beneficiando de cuotas más bajas.
Cuidado con las comisiones
Otro factor que no debes olvidar: los bancos suelen cobrar una comisión por amortizar la hipoteca de forma anticipada.
En las hipotecas a tipo fijo, el máximo fijado por ley es de un 2 % de comisión si amortizas el capital en los 10 primeros años del préstamo, y del 1,5 % si lo haces después. En las que son variables, la comisión máxima es del 0,25 % si amortizas en los tres primeros años, y del 0,15 % si es entre el tercer y el quinto año. A partir del quinto, la ley prohíbe que te penalicen.
¿Y si el dinero para amortizar la hipoteca procede de un seguro de vida?
Los seguros de vida para la hipoteca están diseñados para que, si al titular de la póliza le ocurre algo, la indemnización se use para ayudar a la familia con los gastos, especialmente la casa. Tú, como titular, puedes elegir si quieres que ese dinero vaya a un beneficiario (tu pareja, tus hijos…) o directamente al banco, para que liquide la deuda.
La opción más recomendable es que elijas como beneficiario a un familiar y no al banco. El motivo es muy sencillo. Imagina que tu familia recibe la indemnización, hace cálculos y concluye que no es buen momento para amortizar la hipoteca. Quizá les sale mejor usar el dinero para otros gastos y seguir pagando la casa, ya sea porque la comisión que les cobran es muy alta o porque les quedan pocos años y ya casi no se ahorrarían intereses. En cambio, si el beneficiario es el banco, usará la indemnización para liquidar la deuda, aunque sea perjudicial para los tuyos.
Si tienes un seguro de vida con tu banco o lo tienes a él como beneficiario, es importante que tengas en cuenta que quizá no sea la opción más recomendable. Amortizar la hipoteca parece una gran liberación económica para un hogar, pero no siempre es la opción que más compensa. ¿Tienes dudas? ¡Consulta con nuestros asesores sin compromiso!